Komiko Ambulante: Una mirada a el trabajo de nuestro amigo Cherman

Como siempre, en la Habitación 18, sus habitantes en lugar de ser responsables y continuar con su trabajo, se pierden en divagaciones, escritos y mucha, pero mucha música. Esta vez como pretexto de nuestra demora en la entrega del nuevo número, uno de sus habitantes que pierde todo el día en la red encontro este ilustrativa nota (de la revista Caretas) sobre el trabajo de nuestro amigo Cherman, coautor de uno de los mejores zines del medio: Krash Boom Zap.

Disfrutenla y descubran más...

Circo de sabor nacional es llevado con ironía a un formato tradicional y casi olvidado: la estampilla.

ESCULTURA cincelada con lápiz-lapicero (y sobre papel bulki de block escolar) en el asiento -"al fondo hay sitio"- del micro, combi, lleva-lleva y pagando con sencillo. Cherman (alias Germán Quino) ha bajado con el pie derecho en diferentes paraderos de la azarosa ruta de su obsesión. Desde que estaba en el colegio ha emborronado hojas de hojas con dibujos, frases, párrafos (mientras me enseña sus numerosos cuadernos, dice: "nada es gratis, lograr un estilo en este asunto ha sido pura chamba") que expresaban la insatisfacción del sujeto arrojado a una realidad que le tira portazos a su talento y que lo obliga a refugiarse al margen de una hoja que durante años ha acaparado -en letra estilo coquito- toda la perorata oficial, correcta, adecuada, etc, etc.

Desde allí, con "Crash, Boom, Zap" ("fanzine de sonido impreso") y realizando infinidad de afiches para bandas de rock y para diversas propuestas escénicas y ahora con "Tumay Komiks" (www.tumaykomiks.com) ha logrado hacerse de una mirada particular sobre la parte de nuestra realidad.

Mientras nos comenta de esto y aquello pone como música de fondo "Sundays boleto", intimista corte del primer disco (próximo a editarse) de "La patrulla del alma", banda de música neo-criolla de la que es vocalista y compositor.

Pero el asunto que nos convoca va más allá de eso. Resulta que en su fragua personal e inédita ha parido algunas estampillas notables que tienen su génesis precisamente en los boletos de micro: esos papelitos en apariencia ordinarios le abrieron los ojos a una estética y a un contenido del que se ha apropiado - subvirtiéndolo- para desarrollar un vector gráfico donde se hermanan lo político, lo urbano y hasta lo romántico (más cerca de la balada punk que de Julio Iglesias).

En esos trabajos con un trazo simple, colores mínimos y composición sencilla logra breves pero coherentes e irónicos manifiestos de personajes y situaciones reconocibles para todos.

Allí están la esclarecedora patada del ex presidente Alan García, el gesto sincero de nuestro ejemplar embajador Fernando Olivera, la lengua viperina de la primera dama, la ambición desaforada del imperio (que como lo demuestra la historia va más allá de sus presidentes), el malentendido de la religión, entre otros.

Además de los mencionados, demuestra su pulso crítico con algunos trabajos en proceso que recrearán a eminentes personajes de nuestra fauna criolla como Magaly, Montesinos y el "Chorrillano" Palacios.

Ante este caudal gráfico, Cherman dice tomarse las cosas con calma: "tengo demasiada confianza en el valor de mi trabajo como para desesperarme. Esto está a punto de estallar".

Entonces, aquí hay un artista a tomar en cuenta, y que anuncia una próxima exposición donde se seleccione lo mejor de un trabajo desperdigado en fanzines, afiches de eventos pretéritos, cajones de escritorio y algún disco duro. Estaremos atentos a la exploción crash, boom, zap. (J. C. Méndez)


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