Diatriba 1: Redoble de Dìas de M

Dedicado al 11 de octubre y a "la alquimista"

Al salir de Habitaciòn 18 con un hambre de vivencias nuevas y aventuras, como todo sabado puede traer, me apresure a los pensamientos inconclusos de noches de sancos que hicieron heridas en mi andar.
Las dunas que atravesaban la av. Arequipa me daban tranquilidad mientras buscaba una de las tantas comunidades que podrian darme un hogar para pasar aquella "alegre noche", no esperaba encontrar el amigo que podia abrazarme, pero esperaba unas pepas, unos tragos y con esos una "sensaciòn".
"Creo que a pasado un año y deberia aprender a sepultar soledades" me dije muchas veces durante aquella noche, ese dia un concierto de 30 mil muertes, unas reuniones "trasmitidas" y una intimidad de Boulevares eran las cosas que mas saltaba a la vista en mis ojos, despues de recoger a Patricia y entendernos nuevamente fuimos rumbo a la alborada destruida de La Cultura, cerca de mi calle, cerca de mis playas.
Melodias surgieron en voces nunca antes vustas y claro, tambien de esas que ya no escuchaba a pesar de sus cantares, "Patricia la del Boulevard" se hacia presente y los momentos mas eternos no podian dejar de ser ausentes. Canto, senti, llorè.

Al encontrarme con las playas de diatribas vanales pude sentir lo que no deberia sentir, que lo sentiria al caer màs la noche, y sentir eso acompañado del frio de 23 de setiembres fue una sensaciòn que podria compararla con un jugo de naranja despues de una razaka: Frio, tibio y perfumado.

Apresurandome a no perder el tren que me llevaria a unos encuentros entre comunas, junto a "ella" pude encontrarme con el encuentro del vendedor de almas, muy apretujadas, muy incoherentes, si bien era algo que me maravillaba, no pude evitar el miedo en mi andar: los muchachos entre muros eran por fin encerrados. No era justo.

Mar de Copas, Libido y Turbopotamos (y quizà una voz sin cantar) fueron los que presentaba el cartel ese noche, y entre mujeres abreviadas de noctambulos no pude observarlos aùn. Abrazos y besos que no comparti quiza fue mi salvaciòn y ese quiza de los quizases fue entonce el punto 0 que empezaria "quiza" la noche. La Habitaciòn 18 me llamaba, era hora de comenzar.

Deja a la chica a la puerta de tu casa, las soledades asi no pueden continuar. O no alquimista?

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